
Deja tu marca en el mundo
Una marca, según la American Marketing Association (AMA), es un “nombre, término, firma, símbolo o diseño, o una combinación de estos, destinado a identificar los bienes y servicios de un vendedor o grupo de vendedores y diferenciarlos de la competencia.”
Los elementos de una marca son aquellos que sirven para identificarla y diferenciarla. Las empresas deben de usar estos elementos para potencializar el conocimiento de su organización y facilitar la formación de fuertes, favorables y únicas asociaciones, provocando juicios y sentimientos positivos.
Pero todo eso es la explicación técnica y, francamente, aburrida. Realmente, ¿qué son las marcas?
Las marcas de las organizaciones en las que participamos y con las que interactuamos, son una forma de vivir, de expresarse, de mostrar apoyo y de compartir sueños. Cada marca es como una persona: única e irrepetible. Hay algunas que logran ser casi humanas, que logran ser nuestras aliadas y se vuelven amigas de las personas que entran en contacto con ellas, todo esto es gracias a la empatía que provocan y a las experiencias que construyen.
Una parte importante de todo este mundo, pero que muchas veces se pasa por alto,es que el mejor vehículo para dar a conocer una marca y la mejor forma en la que una organización puede tener impacto con sus consumidores es a través de sus empleados. Si le preguntas a la gente, ¿cuáles son las mejores experiencias que han tenido con alguna marca? Podrás encontrar un patrón y ver que siempre hay una persona o un empleado dentro de la empresa que va más allá de lo ordinario para darle al cliente una gran experiencia. Es por esto que los empleados son una parte esencial de las marcas; son la representación humana de las empresas y su activo más importante.
Actualmente, estamos pasando por un momento crítico de nuestra historia, un momento que nos ha cambiado la vida, nuestra rutina, nuestra forma de vivir y de pensar. Este cambio nos ha traído muchas cosas, entre ellas, una pausa. Nos ha dado el tiempo de reevaluarnos, de repensar nuestra vida y nuestro futuro. Nos ha hecho recordar que solo tenemos una vida y nos ha dado el tiempo para pensar qué queremos hacer con ella.
Esta pausa también es una segunda oportunidad para las empresas y no la deben desaprovechar. Es la oportunidad de cambiar su imagen, de potencializar su marca. Es momento de que las empresas se replanteen cuál es su verdadero propósito, el cual no debería ser superficial, sino que debe buscar demostrarle a la comunidad que su existencia ayuda a hacer de este mundo un lugar mejor.
Estamos pasando por un momento de miedo; miedo al aislamiento, a la incertidumbre, a la inseguridad y a la sensación de sentirnos perdidos. Por todo eso, hoy es momento de estar ahí y de apoyar a los que más nos necesitan.
Como empresas, estamos obligados a cambiar, mejorar e innovar, y a encontrar formas creativas de acercarnos a nuestros clientes y de ser mejores. Las relaciones que se construyan durante este tiempo son relaciones que van a ir más allá; son relaciones que se volverán profundas y duraderas. Así que llegó el momento de estar ahí para quien te necesite y ser esa persona y esa empresa a la que se le recordará con un cariño especial. Es momento de dejar nuestra marca en cada una de las interacciones con nuestra comunidad.
Como empresa, no serás recordado por tus éxitos y tus fracasos, sino por quien fuiste para tus empleados y tus clientes. Como dice Maya Angelou “La gente olvidará lo que dijiste y olvidará lo que hiciste. Pero nunca olvidará lo que les hiciste sentir.”
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